El Rallye Teresa Herrera volvió a adornar la ciudad con su despliegue de coches históricos, una cita que no debería perderse ningún aficionado a las cuatro ruedas. Verlos invita a retrotraerse a la época en la que los atascos no existían, cada conductor era un caballero en su carruaje, y el estilo era inseparable de la comodidad. En esta ocasión, la organización consiguió congregar a un número más elevado de vehículos: 27, entre los cuales se encontraban algunos que nunca habían acudido a la cita, como un Packard de 1930 llegado de Burgos o un Bentley Continental, así como un Ford Coupé de 1929. El organizador, José Antonio Lozano, de Coruña Veteran Car, reconoció sentirse “extremadamente satisfecho” de cómo habían marchado las cosas.